Ella viene acompañada de las energías de Saturno, Neptuno, y Kirón, por ende nuestras heridas personales y colectivas están a flor de piel.
Es momento de hacerlas conscientes y sanarlas conectándonos con la unicidad de todo lo que Es.
Feliz coincidencia para el despliegue de la energía sagitariana que Júpiter se ponga directo, luego de estar retrógrado desde febrero, permitiéndonos incorporar a nuestra vida toda la sabiduría que nos haya aportado al revisar nuestra manera de relacionarnos, e integrar las diferencias aceptándolas bajo una nueva perspectiva. El aspecto de Júpiter a Plutón nos aporta poder de transmutación para dejar atrás lo que ya no nos sirve para nuestro crecimiento.
Todo este año viene aportando experiencias que nos llevan a una profunda conexión con nuestro Si mismo más profundo.
Con el nodo norte en Leo, es importante identificar que aspectos de nuestra vida acompañan nuestro crecimiento y cuales interfieren .
Júpiter en Libra nos puede ayudar a equilibrar los deseos propios con los de nuestros vínculos para no actuar egoísta o injustamente.
Por otro lado Marte en Cancer nos lleva a actuar para adentro, en nuestra intimidad, nos sensibiliza hacia nuestras necesidades emocionales. Es muy buen momento para mimarse, y nutrirse internamente.
Esta Luna nos abre al optimismo y la fe, recibámosla sin perder el contacto con la realidad. Un sutil equilibrio es necesario.
Los abrazo!
